Noah Baumbach ha sido una de las figuras más importantes en el panorama del cine independiente estadounidense durante más de veinte años. Ha logrado conseguir un espacio de reconocimiento notable con películas tan destacadas como ‘The Squid and The Whale’ y ‘Frances Ha’, por solo mencionar un par de obras de su interesante filmografía, con un cine siempre notable en lo narrativo y lo actoral, recibiendo inevitablemente la herencia de directores como Woody Allen y Robert Altman. Su más reciente película se titula ‘The Meyerowitz Stories (New and Selected)’ y para ella logró reclutar a un elenco bien nutrido, con Dustin Hoffman, Emma Thompson, Ben Stiller, Adam Sandler, Grace Van Patten, Judd Hirsch y Elizabeth Marvel, entre otros. La historia nos cuenta el reencuentro de la familia Meyerowitz alrededor de la alrededor de la celebración artística del padre, Harold (Dustin Hoffman), escultor de medianos vuelos ya prácticamente en el retiro, casado con Maureen (Emma Thompson), una hippie eterna con episodios de pánico bien ocultos y problemas de alcohol. Los primeros en llegar son Danny Meyerowitz (Adam Sandler), músico cojo casi como una metáfora de su propia carrera, y su hija Eliza (Grace Van Patten), millennial cineasta en ciernes, quienes se encuentran ya en el lugar con Jean (Elizabeth Marvel), la única hija de Harold, llena de grises y de melancolías tranquilas. Quién no acude es el ocupado Matthew (Ben Stiller), ocupado contador y hombre de negocios que parece ser el único cuerdo y exitoso en casa, al menos en apariencia.
Inicialmente, la situación que plantea la película es todo un tema en la historia del cine, en donde la eventualidad en una familia va revelando poco a poco los conflictos que implican los lazos de sangre, con historias de larga duración que siempre están rondando en los sentimientos de las personas, llenas de heridas en muchos casos aún abiertas. Por supuesto, la comedia aquí lo revela con una serie de situaciones incómodas que se van acrecentando poco a poco. Baumbach va acumulando progresivamente estos vínculos entre estos personajes que se suman, de tal forma que muy eficientemente pronto conseguimos un escenario que gira en torno a un padre totalmente atípico como lo es Harold. La construcción episódica configura un orden particular, en donde se disecciona casi de forma quirúrgica la entraña de esta familia realmente dispersa. Baumbach utiliza conceptos de edición que permiten que el corte en momentos inesperados genere más recordación y sobre todo más impacto emocional, específicamente en el género de la comedia. Stiller y Sandler en los papeles de Matthew y Danny, establecen una relación que resulta muy efectiva para este tipo de películas, con interpretaciones llenas de detalles brillantes, muy probablemente de improvisación. En diferentes niveles, se incluyen críticas generacionales que caben muy bien en un retrato familiar, desde la autosatisfacción ególatra de los baby boomers hasta la superficialidad desquiciada de los millennials, pasando por el resentimiento permanente de la generación X.
‘The Meyerowitz Stories’ es una película que funciona en dos niveles de interpretación que son igualmente válidos. Puede considerarse que se va abriendo narrativamente, exponiendo la realidad progresivamente o también puede decirse que va yendo poco a poco al fondo de la emoción particular de cada personaje, que finalmente va exponiendo su propia verdad de forma incluso muy pública. Noah Baumbach nos revela los asuntos profundos de la afectividad, especialmente los familiares, llenos de impactos personales e históricos que terminan siendo obstáculos en la vida de cada quien. La expiación y el perdón se vuelven necesarios, incluso para quienes se resisten a los sentimentalismos. La presencia de la comedia nos permite verlo con la distancia suficiente para comprender perfectamente cuáles son las verdaderas causas y consecuencias de una situación que en realidad es común para cualquiera.
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