Continúa la
competencia en la zona multimillonaria de los blockbuster en el ya crecido
subgénero de la ciencia ficción dedicado a los superhéroes, tan en boga en los
años más recientes de esta generación. DC, la filial cinematográfica de la
legendaria editorial de cómics, empezó algo tarde la carrera de este siglo
contra Marvel, que desde los primeros años de los dos mil lanzó sus primeros
episodios de blockbuster con sus primeros lanzamientos de Hulk, Spiderman, los
X Men y algunos muy olvidables Fantastic Four. DC ya había hecho presencia con
sus personajes emblemáticos como Batman y Superman en películas que, si bien
también fueron bien comerciales, lograron marcar auténticos clásicos
generacionales. Mientras Marvel ya suma dos taquillazos históricos con las
historias que reúnen a sus héroes en las entregas de Avengers, DC ha tenido que
acelerar el paso, sumando un encuentro realmente frustrado entre Batman y
Superman y ahora la primera edición de Justice League, la anhelada reunión de
Superman (Henry Cavill), Batman (Benn Affleck), Wonder Woman (Gal Gador), Aquaman (Jason Momoa), Flash (Ezra Miller) y Cyborg (Ray Fisher). El planteamiento nos
cuenta que Batman y Wonder Woman siguen en busca de
otros superhéroes para enfrentar una amenaza extraordinaria y extraterrestres
que buscan, como es usual, la fuente máxima del poder absoluto, para decirlo de
forma resumida. Por lo pronto, solo cuentan con el extremadamente relajado y
sempiterno mayordomo Alfred (Jeremy Irons en el que debe ser el trabajo menos
exigente y más lucrativo de su carrera).
Zack Snyder
sin duda se destacó en la primera década del siglo con títulos que llamaron la
atención especialmente, con adaptaciones de importantes novelas gráficas, como
300 y Watchmen, incluyendo además la muy poco mencionada cinta de animación Legend
of the Guardians: The Owls of Ga'Hoole. Sin embargo, desde que se adentró en el
terreno de los superhéroes populares a
nivel mundial, no ha podido conseguir esa película que represente para él la
consagración en ese terreno. Tanto así que para los conocedores de su obra
sigue siendo específicamente destacado por las obras mencionadas. Las películas
de Snyder en esta década han carecido de la profundidad conflictiva típica del
superhéroe o por el contrario ha abusado de ella. En este caso en particular,
como si siguiera en exclusiva las órdenes de los ejecutivos de DC, ha dirigido
una película dedicada en exclusiva a la estimulación de simples sensaciones,
con alguna construcción emotiva acertada, pero ningún alcance realmente
importante. La desmedida explotación de los efectos visuales para crear los
escenarios de unos personajes en los que su fondo humano apenas se vislumbra se
podría decir que es casi alarmante. El humor curioso, bizarro y simplón que se
apodera de este género hace que casi sea innecesario que regresen las parodias
humorísticas de los blockbuster tan comunes en otras épocas.
La pregunta
que surge no solo para Snyder sino para DC es la siguiente: ¿DC se ha rendido
en la competencia de Marvel? La casa de Spiderman ha logrado desarrollarse en
un campo que se mueve armónicamente hasta el momento entre la comedia y la
ciencia ficción, con alguna buena construcción de suspenso, especialmente en
títulos como ‘Captain America: The Soldier Winter’, la primera entrega de ‘Avengers’
e incluso han tenido éxito con una serie de personajes menos renombrados en
este universo. DC no logró conectar por diversos motivos las importantes
películas de Cristopher Nolan con su destacado Batman y tuvo que reinventarse
en esta carrera armamentística de la taquilla y la crítica frente a Marvel.
Zack Snyder apostó por acercarse a la reflexión humana de Nolan, con la base de
sus exitosas adaptaciones de novela gráfica, pero el resultado fue fallido. Tal
vez esta primera entrega de la legendaria Liga de la Justicia sea una
declaración abierta de renuncia a la trascendencia para entregarse a la máxima
comercialidad, sin ascos. Lo triste para ellos es que la película tampoco ha
funcionado especialmente en ese aspecto. El desarrollo de Marvel y los Batman
de Nolan pusieron la vara alta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario