sábado, 2 de diciembre de 2017

La burbuja de ‘Justice League’, la frustración de Zack Snyder y la renuncia de DC


Continúa la competencia en la zona multimillonaria de los blockbuster en el ya crecido subgénero de la ciencia ficción dedicado a los superhéroes, tan en boga en los años más recientes de esta generación. DC, la filial cinematográfica de la legendaria editorial de cómics, empezó algo tarde la carrera de este siglo contra Marvel, que desde los primeros años de los dos mil lanzó sus primeros episodios de blockbuster con sus primeros lanzamientos de Hulk, Spiderman, los X Men y algunos muy olvidables Fantastic Four. DC ya había hecho presencia con sus personajes emblemáticos como Batman y Superman en películas que, si bien también fueron bien comerciales, lograron marcar auténticos clásicos generacionales. Mientras Marvel ya suma dos taquillazos históricos con las historias que reúnen a sus héroes en las entregas de Avengers, DC ha tenido que acelerar el paso, sumando un encuentro realmente frustrado entre Batman y Superman y ahora la primera edición de Justice League, la anhelada reunión de Superman (Henry Cavill), Batman (Benn Affleck), Wonder Woman (Gal Gador), Aquaman (Jason Momoa), Flash (Ezra Miller) y Cyborg (Ray Fisher). El planteamiento nos cuenta que Batman y Wonder Woman siguen en busca de otros superhéroes para enfrentar una amenaza extraordinaria y extraterrestres que buscan, como es usual, la fuente máxima del poder absoluto, para decirlo de forma resumida. Por lo pronto, solo cuentan con el extremadamente relajado y sempiterno mayordomo Alfred (Jeremy Irons en el que debe ser el trabajo menos exigente y más lucrativo de su carrera).

Zack Snyder sin duda se destacó en la primera década del siglo con títulos que llamaron la atención especialmente, con adaptaciones de importantes novelas gráficas, como 300 y Watchmen, incluyendo además la muy poco mencionada cinta de animación Legend of the Guardians: The Owls of Ga'Hoole. Sin embargo, desde que se adentró en el terreno de los superhéroes populares  a nivel mundial, no ha podido conseguir esa película que represente para él la consagración en ese terreno. Tanto así que para los conocedores de su obra sigue siendo específicamente destacado por las obras mencionadas. Las películas de Snyder en esta década han carecido de la profundidad conflictiva típica del superhéroe o por el contrario ha abusado de ella. En este caso en particular, como si siguiera en exclusiva las órdenes de los ejecutivos de DC, ha dirigido una película dedicada en exclusiva a la estimulación de simples sensaciones, con alguna construcción emotiva acertada, pero ningún alcance realmente importante. La desmedida explotación de los efectos visuales para crear los escenarios de unos personajes en los que su fondo humano apenas se vislumbra se podría decir que es casi alarmante. El humor curioso, bizarro y simplón que se apodera de este género hace que casi sea innecesario que regresen las parodias humorísticas de los blockbuster tan comunes en otras épocas.


La pregunta que surge no solo para Snyder sino para DC es la siguiente: ¿DC se ha rendido en la competencia de Marvel? La casa de Spiderman ha logrado desarrollarse en un campo que se mueve armónicamente hasta el momento entre la comedia y la ciencia ficción, con alguna buena construcción de suspenso, especialmente en títulos como ‘Captain America: The Soldier Winter’, la primera entrega de ‘Avengers’ e incluso han tenido éxito con una serie de personajes menos renombrados en este universo. DC no logró conectar por diversos motivos las importantes películas de Cristopher Nolan con su destacado Batman y tuvo que reinventarse en esta carrera armamentística de la taquilla y la crítica frente a Marvel. Zack Snyder apostó por acercarse a la reflexión humana de Nolan, con la base de sus exitosas adaptaciones de novela gráfica, pero el resultado fue fallido. Tal vez esta primera entrega de la legendaria Liga de la Justicia sea una declaración abierta de renuncia a la trascendencia para entregarse a la máxima comercialidad, sin ascos. Lo triste para ellos es que la película tampoco ha funcionado especialmente en ese aspecto. El desarrollo de Marvel y los Batman de Nolan pusieron la vara alta.

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