miércoles, 27 de abril de 2022
El cowboy predicador de ‘El Dorado’ y el modelo western de Howard Hawks
miércoles, 6 de abril de 2022
El western solidario de Howard Hawks y el cowboy diseccionado de ‘Río Bravo’
Chase, el sheriff ya envejecido, flota casi románticamente por el pueblo, con el respeto que se ha ganado con los años, pero con una autoridad desvencijada por el desgaste mismo del paso del tiempo. Hawks acompaña constantemente los recorridos vigilantes de quien ya no puede sostener la sociedad por sí mismo, de quien va reclutando amigos entre los desvalidos, con otros outsiders decididos, lanzados por fuera de la ley del más fuerte en la deriva de sus propias debilidades. Por si fuera poco, es atravesado por un romance tardío, por el encuentro con una mujer que lo reivindica con su deseo, que le devuelve el aliento para enfrentarse al poder extendido y con decenas de cabezas de los Burdette, los caciques acumuladores de tierra que dominan el territorio. Ese espíritu alimenta su fraternidad para levantar del piso a ‘Borrachón’, que parece condenado a recoger centavos humillantes de las escupideras de las cantinas. En la composición de los grupos humanos, labrado por Hawks a lo largo y ancho de su carrera de mil aristas, se enmarca como nunca antes la pintura eterna del mítico cowboy, ahora diseccionado en diferentes generaciones, en el orgullo y la preocupación característicamente paterna de Stumpy, en la lealtad de ‘Dude’ que resiste su propia miseria y en la brillantez espontánea de Colorado. Todas las facetas del outsider mítico, el cowboy, distribuidas progresivamente en un western que firmemente es una oda a la solidaridad, a la colectividad como vehículo para la defensa frente a los horrores de una sociedad viciada por un poder abrumador y sin escrúpulos. Hawks los reúne tan armónicamente en la canción nocturna del vaquero melancólico que elogia su pequeño reino natural en la planicie y el rancho o en el tiroteo protegido por la estrategia empírica. En la circulación constante de la dinámica provincial, el pequeño universo del caserío western se sostiene ya no en la valentía casi suicida del héroe de ‘High Noon’ (1952), sino en una multiplicación del vaquero que a fin de cuentas habla de la universalidad de una figura auténticamente vigente y factible en las fauces de un sistema estricto, que avanza como un tren fuera de control, con la esperanza de aferrarse a una cofradía que derive en la fuerza para subsistir.