Pixar ha sido un faro en el panorama del cine mundial durante los últimos veinte años, desde su celebrada primera entrega de Toy Story, que transformó por completo la animación. A pesar de muchos altibajos, siempre han mantenido unos estándares especiales de calidad, marcados profundamente por una habilidad excepcional para crear conexiones emocionales con un público masivo, diverso, que le ha otorgado éxitos constantes de crítica y taquilla, logrando crear verdaderos clásicos que han sobrepasado a la animación misma.
Una de las más recientes películas de los estudios Pixar se ha titulado como ‘Intensa-mente’ en Latinoamérica, con título original ‘Inside Out’. Después de no haber lanzado largometrajes en 2014, Pixar regresó con esta película dirigida por Pete Docter (Monsters Inc, Up), uno de sus grandes genios. Y el regreso fue apoteósico.
‘Inside Out’ es una película supremamente inteligente, vivaz, emotiva y original, en la cual se logra explicar algo muy complejo de una forma muy simple y didáctica, lo cual, de por sí, ya es un logro muy importante. Nos adentramos en el cerebro de la pequeña Riley y entonces podemos comprender desde un punto de vista particular cómo las emociones se integran a nuestra existencia y logran darnos lo que necesitamos en el momento preciso, especialmente cuando nuestro sistema de emociones está conectado armónicamente con nuestra vida. Lo que sucede básicamente en ‘Intensa-mente’ no es un asunto tan simple, ni mucho menos común en una película que muchos considerarían de corte infantil. Es la exposición detallada, minuciosa e iluminada de una gran depresión, en la cual la furia, el temor y el desagrado quedan al mando, mientras que la tristeza y la alegría caen incluso hasta el subconsciente. Es una situación que está efectivamente al borde de convertirse en una tragedia, pero en Pixar nos lo muestran con una brillantez efervescente, que nos hace reír, llorar y emocionarnos como si fuéramos al parque de atracciones.
Pixar deslumbra con su dominio absoluto del cine. Desde el guión, hasta el montaje, da una cátedra, en la que demuestra claramente las inmensas posibilidades que existen para quien conoce y domina el lenguaje cinematográfico en su totalidad. Con ‘Inside Out’, nos entrega un manual de las posibilidades de entretenimiento, educación, cultura y ciencia que puede tener el séptimo arte, mucho más allá de lo que cualquiera podría normalmente lograr. Es supremamente acertada la característica simbólica de la película, ya que cada situación, cada acción que transcurre, tiene una doble lectura para el espectador atento, porque, al enseñarnos muy pedagógicamente los códigos del universo de la película (que son los mismos del cerebro, la mente, el pensamiento), podemos y debemos realizar la debida interpretación de todo lo que sucede. Así pues, nos damos cuenta de que el pensamiento no funciona con la ira, de que nuestras islas son las pasiones, de que la tristeza también tiene un papel fundamental en nuestra vida emocional y de que los sueños son los estudios cinematográficos de nuestra mente.
‘Intensa-mente’ es una película que perdurará y la reflexión que genera seguirá siendo larga y muy importante para cada uno de nosotros como seres de carne y hueso, con un cerebro que está siempre trabajando, aunque nosotros estemos durmiendo. Está maravillosa y genial película se convierte, sin ninguna duda, en uno de nuestros recuerdos permanentes… y quienes la hayan visto, sabrán de que estoy hablando.
Muy de acuerdo, Parce.
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